Ivette Sosa*
Ha quedado claramente demostrado que al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador no le gustan las críticas. Curioso, porque con tantos años en la oposición, ¿acaso no logró curtir su piel? Resulta que ahora, en el Poder, la tiene más delicada que la de un… ¡bebé fifí!
Tras ser objeto de burlas y de certeras críticas por parte de la prensa nacional e internacional, ahora el Ejecutivo de la Nación mexicana, arremetió en esta nueva oportunidad contra los prestigiosos diarios: The Washington Post, Financial Times, El País y New York Times. Dijo de ellos que son famosos, pero sin ética.
Hay una crisis por la falta de ética en el manejo de la información en México y en el mundo, aseveró y apuntó:
Los periódicos más famosos del mundo mienten, calumnian: New York Times, Washington Post, Financial Times, El País, muy famosos pero sin ética.
Y hasta se atrevió a lanzarles un consejo de sanitización editorial:
Tienen que hacer una autocrítica, una revisión para el regreso a la nueva normalidad.
Pero ya no es regresar a lo mismo ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo cultural, ni en lo que tiene que ver con la comunicación.
¿SOMETERSE?
Queda claro que el termómetro presidencial se basa en calificar a la Prensa (nacional e internacional) según se sometan y hablen bien o mal de su persona y Gobierno de la 4T.
Así, los medios no tienen ética si se atreven a cuestionar, exhibir o criticar los actos de su fallida Administración.
Aunque resulta curioso que ahora Andrés Manuel López Obrador, haya olvidado que él, cuando era oposición, en diversas circunstancias retomó notas del rotativo The New York Times, cual precepto bíblico, para descalificar al gobierno del priísta Enrique Peña Nieto.
Cuánta razón tiene aquel viejo adagio que dice: Antes de intentar de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.
*Periodista-Investigadora; Premio Nacional de Periodismo
